La plastilina normal nos permite ejercitar aspectos del desarrollo de la psicomotricidad fina de los niños al ejercer presiones con sus manos y fortalecer la tonicidad de las mismas, pero si añadimos unas gotas de esencias podemos realizar un fantástico trabajo sensorial con ellos mientras juegan y ejercitan sus manos. Con esta plastilina podemos trabajar los sentidos, el tacto (al moldearla), el olfato (al poder oler los diferentes aromas que le hayamos dado), y la vista (trabajando los colores con los que la hayamos pintado).
Para prepararla necesitaremos los siguientes ingredientes: 1 taza de harina, 1 taza de agua, 1/2 taza de sal, 1 cucharadita de cremor tártaro (se compra en las pastelerías o tiendas de repostería), 1 cucharadita de aceite (puede ser de maiz), colorantes alimentarios de los colores que deseemos hacerla, y escencias para perfumar al gusto (aceite de lavanda, canela, aceite de cítricos, etc).
Una vez tenemos los ingredientes, los ponemos todos menos los colorantes en una olla y empezamos a cocinar a fuego lento, removiendo con una cuchara de palo para que no se nos pegue. En cuanto empiece a espesar la mezcla (lo hace muy pronto) hay que mover fuerte hasta que se forme una bola que no sea pegajosa, se saca del fuego y se vierte en la superficie de trabajo, se deja enfriar.
Podemos dividirla en cuantas partes deseemos, cada parte se colorea por separado con los colores que mas nos gusten o los que tengamos para realizarla. Después envasamos cada color en un recipiente distinto con tapa para que no pierda el olor ni se mezclen entre ellos. Y ya estará lista para ser usada por los niños.
Excelentes todas estas actividades ….. traen buenos aportes..
Muchas gracias por tus palabras Carolina. Me alegro de que te gusten. Un abrazo. 😀